1.26.2010

23/12/2009

Es cierto que detrás de los momentos siempre quedan ecos pequeños.A veces son ese repaso ineficaz del pasado, como si así pudieramos revivirlo en el presente.Otras veces son esas despedidas impalpables de las cuales somos consientes cuando ya no podemos tocarlas.Pero un día decidis no alcanzarlos nunca más,porque hasta al más obstinado ser comienza a extenuarse de la rutina.Y eso es lo que hace la costumbre de querer por compromiso,de hablar por compromiso,o de tener una detestable tarde de sexo por compromiso: que pase lo contrario(léase ejemplo:no querer), o que surja la despedida.Cual obligación o imposición,al menos así fue para mí.Fue confuso. Fue obligarme.Fue encerrarme.Fue desaparecer.Fue miedo.Fue costumbre.Fue desidia.Hasta que no fue nada. Y cuando comprendí que cualquier objeto que me pudiera fundir con vos,era infame, opté por dejar que las sombras de ese conjunto de cosas se alejaran, quizas porque me consumía un rencor de esos profundos que te hacen mirar con ojos de odio,los cuales duelen al contemplar.Pero odiar algo que tuvo tanta importancia durante todo ese tiempo, era tan inútil como mis vanos intentos de olvidarte, aunque ya estaba demasiado extenuada como para mantener vivo un repulsivo recuerdo. Y nunca fue tan fácil entregarme enteramente a un instante que se llevó todo consigo. Nunca fue tan simple darme a las circunstancias.
Era un momento.Todo era ese momento.Vos eras ese momento.Yo era ese momento.Y ese momento era el fín.Y no hay nada mejor que el silencio en esos casos.Porque creo que el pasado lo expresa todo sin tener que dar un presente.Porque siento que cualquier sílaba que pudiera chocar tus oídos en una ocasión como esa,puede arrastrarte hacia atrás aunque así no lo quieras.De este modo, se originó en mí una inmunidad a todo lo que pudieses darme. Comenzé a ser invulnerable porque eso pasa cuando alguien te despoja hasta de la última gota de aire que forma parte de tu cuerpo. Te vaciás... Y es eso lo que queda luego de la despedida.Esas palabras que ya no queres decir, esas cosas que ya no queres hacer, esas sensaciones que ya no queres sentir.Que amaste tanto que ya no podes amar, que te abriste tanto al sentir que ya no podes hacerlo,que te dolió tanto que ya no puede siquiera dolerte, no puede tocarte, no puede nada.Ese montón de elementos vacíos que hacen que parezca tan lejano el volver a abrirse a alguien,que sea tan difícil volver a llenarse. Repito: que sea tan difícil, que es por eso que hoy estoy acá,escribiendo esto, mirando el reloj,sonriendo y abriendomé una vez más: porque no es imposible.

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