5.19.2009

El otoño-invierno siempre ayudó a deprimirme mucho más que las otras estaciones. Nosé muy bien porqué. Creo que es por el tema del tiempo, en verano si me deprimía un día podía salir a la hora que quisiera para levantarme el ánimo, cosa que ahora en invierno no puedo hacer porque tengo al colegio del orto que al final de la semana me deja re cansada, entre ingles particular, fotografía y educación física, y si estoy de mal humor todo va cooperando a que siga así, todas las presiones que el tener una rutina me genera. Otra de las causas por las que me ocurre esto, creo que es el frío. Lo sufro muchísimo , y aunque me abrigue un montón siempre sigo teniendo frío (puede ser psicológico también, ojo). Y me deprime, me dan ganas de encerrarme toda la tarde en mi casa o mejor dicho, en mi cama, mirando películas o simplemente la t.v que nos alimenta cada día, fumando un cigarrillo o devorandome toda la heladera, bien bien calentita. Me sobrellevo a pensar en una imagen bastante deprimente, yo: hecha una bola entre las frazadas, con comida por todos los recovecos, mirando hasta las películas más tristes como la de Buddy Superstar, o algun otro animal parlante, porque mi desesperación llegó a tal punto que me rebajo a ver esas fuckings películas como una desolada solterona que no tiene con quién dormir! Uh! En cambio en verano no me afecta el clima, si tengo calor salgo semi en pelotas, pero salgo, vivo, me junto con amigas, lo que sea! Cosa que en invierno no me dan ganas. Entonces es como si estas estaciones me dieran tiempo para deprimirme más que para ponerme contentísima. Y todo ayuda, el poner atención, el boletín, que ir acá, que ir allá, que tenés más tiempo para amargarte, que verte, que no verte,que comprar las fotocopias, que irte hasta la concha de la lora a comprarte la tarjeta para el micro, que ir a visitar a tus abuelos, que hacer alguna actividad aparte del colegio, que acordarte de comprar la entrada para la fiesta del finde, que te ponen media falta porque perdiste el micro, que qué se yo, tantas cosas más podrían ser esas presiones en las que te pasas gastando el tiempo. O será que a mí no me gustan para nada las responsabilidades. Igual seamos sinceros, quién prefiere las responsabilidades y las obligaciones antes que disfrutar del tiempo que uno tiene? Hay gente que debe disfrutar de ellas, pero por más de eso creo que a cualquiera le gustaría mucho más estar en la casa de un amigo cagandose de risa que estar en su casa haciendo la tarea escolar. Al menos así me pasa a mí. Y no digo exactamente que en la vida todo debería ser disfrutar y rascarse, porque todo sería un desastre, pero eso no quita que las presiones del invierno me hagan deprimir y pasar días con cara de que acabo de chupar un limón.

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