3.12.2009

Playing in the black room*

Dejé muchas cosas en vos. Dejé mis ganas. Dejé mis ilusiones. Dejé mi pasado. Dejé mis promesas. Dejé mis etapas. Dejé mi creencia. Dejé mi confianza. Dejé mi recuerdo. Dejé mi esperanza. Dejé mi amor. Los dejé ahí por algun lado de tu casa y no les enseñé el camino de regreso. El pequeño detalle es que el regreso es olvidarte, y yo sé que no van a volver hasta que eso pase.
Ahora no me ves y no te veo. No me tocas y no te toco. No me sentis y yo tampoco. No me escuchas y no te escucho. Ahora el silencio es mi mejor refugio. Es lo único que tengo con seguridad y sé que hará de esto un absoluto final. Y no espero salir a hablar, yo no quiero salir a la calle a buscarte,a recorrerte, a usmearte, yo no quiero continuar. Si bien pienso que lo mejor es decir lo que sentis, en mi caso lo más beneficioso para mí como para todos es quedarme callada. Es mi manera de conseguir la respuesta que de otra forma no podría percibir. Es que a veces, aunque no quiera, tengo que dejar de hacer lo que siento para hacer lo que pienso, lo que me conviene. Actuar con la cabeza y olvidar en ciertos momentos lo que dice el corazón. Así es mejor, esto es lo que debíamos hacer, esto es lo mejor. Cuanto más me encierro de vos, tengo mucho menos dolor. En este acto de dejarme de entre-ver descubrí que no me destroza tu ausencia, lo que me destroza es tu presencia. Eso es lo que me afecta. No me mata estar sin vos, yo puedo estar genial, pero si tenés la molestia de hacerte ver no puedo, si te veo: te recuerdo-te pienso. Por eso no quiero verte más. No quiero escucharte. No quiero tocarte. No quiero hablarte. No quiero tus ojos. No quiero tus manos. No quiero tus palabras. No quiero tus días. No quiero tus deseos. No quiero tus miradas. No quiero nada de vos, no te quiero. Te fuiste, y si no existis acá, yo me puedo olvidar. ¿Me harías un pequeño favor? No aparezcas más. No vuelvas nunca, nunca, nunca jamás.

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