Retro-la

El destino siempre fue una pregunta que nunca pude contestar. ¿Qué podría decirte de quién no conozco? Nada es seguro, nunca supe con total afirmación qué es lo que iba a suceder. Siempre me imaginaba las cosas de una mera forma, pero nunca terminaban siendo así. Creía que el amor perduraría, y no fue de ese modo (quizas porque a esta edad ningun amor perdura más allá de todo). Jamás se me cruzó por la cabeza que mi vieja a los 49 años iba a ser abuela, y lo es. Lo único que sé, es el final. El final es lo único que está seguro de existir. ¿Y si ahora al salir a la vereda alguien me mete una bala en el cuerpo? ¿Y si me muero en 5 años haciendo paracaidismo? ¿Y si a los 70 años me agarra un paro cardíaco en el día de mi cumpleaños y me paso al otro lado? No importa. Es que hagamos lo que hagamos, tarde o temprano todos llegamos al mismo lugar, si al fin de cuentas, el único destino asegurado es la muerte (y el envejecimiento, excepto que seas Benjamin Button)...