5.12.2009

De alguna manera u otra nunca pude detener tus intenciones inconsientes de lastimarme. No querías, pero lo hacías, sin darte cuenta removías mis heridas. Y lo vas a seguir haciendo hasta que te dignes a cambiar, o hasta que yo me marche resignada de esta prisión absurda. Ya nosé como, nosé que va a pasar esta vez. ¿Me vas a decir adios, o simplemente te alejarás sin previo aviso? Para sumar, no puedo entenderte y tampoco quiero desperdiciar mis segundos en intentarlo. Ya no puedo predecirte, podés ser peor de lo que yo espero. En verdad, creo que siempre me estoy preparando para lo peor, siempre me la veo venir, pero nunca sé de qué forma. Siempre veo llegar la tormenta pero nunca sé cuán grave va a ser. ¿Harás que me arrastre un viento? ¿O me vas a arrojar con pequeñísimos hielos?¿Con qué me vas a matar ahora? ¿Cuáles serán esas palabras de tu boca que harán de mi una lluvia inmensa? Si de vos, todo puede ser. Ya no me sorprendería nada, solo me lastimaría como en todo este último horroroso año. La diferencia es que ya no creo en lo que decis. Sé que cada vez que tenes la oportunidad aprovechas para mentirme, y ocultarme todo el resto de la verdad. Básicamente ya no creo en vos. Yo hice todo lo que podía hacer en un año para que volvieras y no lo hiciste, entonces, porqué debería creer en que vas a volver más adelante? Si yo ya no tengo más nada que hacer. Te dí todo. Y pasaron demasiadas cosas. Cuando vos cada vez ibas arruinando todo un poco más, yo... Yo creía cada vez menos. Ya nada podría volver a ser como lo que era antes, dejaste todo en mí demasiado estropeado como para que pudieras arreglarlo. Si no serías capaz. Si no tenes ganas de sanarme -Nosé porqué siempre hacés las cosas más difíciles de lo que son. Arreglar un corazón roto es MUCHO más complicado que romperlo. Y te encanta, te encanta tanto...

No hay comentarios.: