3.19.2009

Frecuentemente me encuentro en un estado de bipolaridad. Puedo decir que te extraño, que te necesito, que te quiero, y no pasan dos minutos que ya estoy diciendo que te odio, que te destesto, y que sos una mierda que no se merece nada de mí. A veces me muero de ganas de darte un abrazo lindo como antes pero si tuviera la oportunidad no quisiera hacerlo, porque de esa forma te daría el gusto de estar a tu disposición como tantas, y yo no soy como las demás. Porque ellas quieren hacerte bien, y yo ahora quiero hacerte mal. No quiero quererte. No quiero hacer que te sientas bien. No quiero ser quien te saque una sonrisa. Tampoco te deseo lo mejor. Quiero que vos sufras todo lo que sufri yo, quiero que te sientas como me sentí yo, quiero que pases por todo y cada una de las cosas que yo tuve que pasar por tu culpa. Me siento la más resentida al decir: quiero verte mal, muy mal. Pero como ya sabemos, soy bastante resentida y rencorosa al mismo tiempo. Y no puedo quitar todo mi odio y rencor hacia todo lo que me hiciste. Me diste más dolor que alegrías. Tuve que soportar el dolor que me quedaba por meses luego de que me dejaste al pasar una semana junto a vos. Y poder dejar todo eso atrás me sigue costando bastante. Creo que lo más doloroso para mí fue ver que a vos no te dolía nada, que a vos las cosas te importaban muy poco, ver como te daba igual la situación, ver que mientras yo me quería morir, a vos se te hacía muy facil reirte con otras minitas. Fué muy feo sacarte de mi vida y ver que ni siquiera así podía olvidarte. Pero eso no quiere decir que no pueda lograrlo. Yo puedo. Yo no te quiero ni acá, ni cerca. No quiero que vuelvas nunca porque es en vano, si todo lo bueno con y en vos para mí está muerto y sepultado siete metros bajo la tierra... todo está tan muerto como vos.

No hay comentarios.: