9.10.2008

La vida está llena de oportunidades. Es decisión nuestra si las tomamos o las dejamos ir. Hay veces que somos muy egoístas para ver la grandeza de algo o el amor que puede tener una simple acción. Limitarnos por el tamaño o la forma nos priva de ver la inmensidad y la belleza que pueden tener algo o alguien en su interior.Otra cosa que nos ciega es la soberbia. Cuando nublados por algo dejamos de ver lo esencial. En ocasiones nos sentimos muy seguros de tener al lado a alguna persona, o de estar en una situación y nos preocupamos sólo de recibir olvidándonos de dar algo a cambio. La vida está llena de dar y recibir, cuando es de un solo lado se termina, en ocasiones rápido y otras veces no tanto.Amar a una persona requiere de mucha humildad, de saber apreciar, valorar y agradecer el simple hecho de existir un afecto presente. Sin embargo, no siempre somos capaces de descubrir la esencia y el valor de algo o alguien, hasta que lo vemos perdido. Ausente el amor es cuando le damos su aprecio. Es triste cuando se tiene que llegar a esto para que disfrutarlo; ¿por qué perder algo para quererlo? En esta ironía nos perdemos, nos desgastamos gran parte del tiempo. Recuperando lo perdido, tratando de salvar lo que está presente. Siendo así, te saqué de mi corazón.

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